Asombro por asomo.

Es la era de las ventanas, comienzos del siglo veintiuno y no hay un elemento más importante para la humanidad que las ventanas. La palabra ventana viene de las ventanas que con el pasar del tiempo, el mar y los vientos desgastan en las rocas, creando vacío donde alguna vez hubo objeto. Finistra, fenestra, ventana, window o fenêtre, no es de importancia para este Antropotecto el cómo llamarlas sino el qué se esta llamando.

La ventana es eso que rómpe con lo ininterrumpible, lleva luz a donde sólo hay penumbra e inventa la sombra fiel. Si se está en un lugar tal, la ventana conecta con uno otro. Por la ventana se piden los deseos a las estrellas, de noche el mariachi derrota el silencio y escribe la introducción al corazón de una mujer. Por la ventana es que aparece el primer mensaje después del ligue del antro de anoche. Sin una ventana solo hay continuidad y no existe la enmarcación; la exhaltación. Si los arquitectos pintamos con luz la ventana es el tintero. De los viajeros urbanos la ventana es un maestro y un compañero filósofo. Es la ventana la que permite al prisionero entender el adentro que lo limita y el afuera que le han negado. Los ojos que les permiten obtener estas palabras son ventanas, tal vez no al alma pero si la posibilidad de una. Es la ventana un mundo entero de mundos enteros divididos y encontrados.

Un lleno interrumpido por vacío. Un nada contenido por un algo. Un lapso de tiempo(vulgar). Un cuadrado para visualizar una aplicación. Un vidrio enmarcado por madera empotrado en un muro. Voz que rompe silencio. El Delorean de Robert Zemeckis. Este dispositivo en el que estoy escribiendo. Una posibilidad. Una apertura cuando todo lo otro es cerradura. Esperanza. Fe.

¿Qué es la ventana? ¿Es un sujeto en relación con un objeto? ¿Un lugar en relación con otro? ¿Una interrupción? ¿Una continuación? ¿Cuáles son tus ventanas?

La ventana es.

Saludos.